Dos niños de 13 años heridos, más de 12 coches de Guardia Civil y Policía Local y una ambulancia. Ese fue el balance del partido de categoría infantil que enfrentó el pasado sábado al San Roque (Huelva) frente al Club Deportivo Utrera (Sevilla) en el Municipal de Lepe. El árbitro suspendió el partido con empate a cero a diez minutos del final a consecuencia de una pelea entre los familiares de los futbolistas.
La agresión comenzó en un lance de juego entre un futbolista de cada equipo. Acto seguido, un aficionado menor de edad, al parecer familiar del jugador local inmerso en el rifirafe, accedió al terreno de juego y golpeó fuertemente en la cara al jugador utrerano. Posteriormente, dos aficionados leperos más invadieron el campo y agredieron a un futbolista visitante, que fue atendido en un centro sanitario de la zona y posteriormente trasladado al hospital más cercano.
La Guardia Civil hizo acto de presencia en las instalaciones deportivas onubenenses, pero cuando todo parecía que había terminado porque los agresores se había marchado, estos vinieron acompañados de 40 personas, al parecer un clan de etnia gitana. Una vez que se apaciguaron los ánimos, los efectivos policiales escoltaron a la expedición sevillana a la salida del polideportivo municipal para evitar nuevos incidentes. No obstante, la Benemérita identificó a algunas personas que participaron en la pelea y realizará las denuncias pertinentes según la ley del deporte.
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La Guardia Civil asiste a un niño inconsciente |
PD: El Utrera pondrá un abogado al servicio de los afectados.
Fuente: Utrera Web // Foto: Utrera al Día
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