Un niño con parálisis cerebral sueña con ser árbitro

Pablo es un niño de 9 años que vive en Guillena (Sevilla) y tiene dos hermanos mayores de 20 y 17 años de edad. Saca unas notas estupendas desde que entró al colegio. Le apasiona el fútbol y su sueño es ser árbitro de fútbol. Sus familiares le han regalado la equipación de árbitro, las tarjetas y el silbato. El niño le dice a cualquier familiar que lo lleve a pitar. "Cuando se entera que hay un partido quiere ir para pitarlo. Si hay diez, diez; si hay doce, doce. Lo arbitra todo", destacó su madre.

Hasta aquí la historia es normal, pero se convierte en excepcional cuando nos damos cuenta de que Pablo está en silla de ruedas; padece parálisis cerebral desde que nació por una falta de oxígeno y necesita ayuda para cubrir la terapia. Los médicos les dijeron a sus padres que hay un tratamiento que cuesta 12.000 euros para que el niño consiga andar.

Fátima cuenta anécdotas de Pablo en Tiene Arreglo

La madre de Pablo acudió el lunes por la noche al especial de Tiene Arreglo, un programa de Canal Sur que tiene el objetivo de conseguir que el sueño del invitado se haga realidad. Fátima, la madre de Pablo, no tenía muchas ganas de ir al programa a contar su historia, pero su hijo la convenció: "Me dijo que llamara al programa para ver si podía conseguir un tratamiento para poder andar. Quiere jugar al fútbol con los niños. Tiene muchas posibilidades de andar y quiere agotarlas", relató emocionada Fátima.

Pablo acude todos los días al campo de fútbol para arbitrar los partidos que juegan los niños de su edad. Su madre tira de la silla de ruedas para facilitarle el desplazamiento por el terreno de juego. Tanto le apasiona el arbitraje que cuando acudió el periodista del programa a realizar el reportaje el niño iba vestido de árbitro y deseaba salir a la calle para lucir su nueva indumentaria. Pero no todo son aspectos positivos: "Saca la tarjeta roja con mucha facilidad", bromeó su madre.

Pablo, arbitrando un partido de niños de su edad acompañado de su madre

Una vez expuesta la historia, los espectadores del programa no dudaron en aportar su grano de arena por la causa. La primera llamada no se hizo esperar: Sonia, una chica de 24 años, ayudó económicamente con 200 euros. La sorpresa mayúscula ocurrió poco después. Un colegiado malagueño participó en el programa. Se trataba de uno de los mejores árbitros asistentes de España: el internacional Jesús Calvo Guadamuro. El trencilla donó su camiseta de la final de la última Copa del Rey en la que participó y 500 euros. "Es imposible no ayudar cuando uno ve a un niño con esas ganas e ilusión por el arbitraje", reconoció el malagueño.

Varias personas más de toda Andalucía se pusieron en contacto con el programa para ayudar económicamente. Pero los más involucrados en la causa fueron los propios árbitros. Miguel Ángel, un joven de 27 años que trabaja en un centro de niños discapacitados y es árbitro de la subdelegación de Ubrique, invitó a Pablo a la cena de la provincia de Cádiz para que se sintiera como uno más y pueda compartir las impresiones de este apasionante oficio con los más de 300 asistentes que acudirán a este evento. Además, la propia delegacióne ofreció 300 euros.

Diego Tristán, exjugador del Deportivo de La Coruña o Mallorca, el Atlético Algabeño o la subdelegación arbitral de Jerez también fomentaron que Pablo pueda cumplir su sueño. No obstante, la nota sorprendente del programa fue la llamada de Juan Cala, jugador del Sevilla. El central regaló la camiseta del Sevilla firmada por toda la plantilla hispalense y 500 euros. Las ayudas no sólo fueron económicas. Elevadores Praysa se ofreció a instalarle una silla elevadora.

El objetivo del programa era conseguir 12.000 euros para realizar el tratamiento para que Pablo pudiera andar. Sin embargo, la solidaridad de las personas hizo que esa cantidad se sobrepasara y se alcanzaran los 15.000 euros. Fátima consiguió esa noche su propósito, pero Pablo también conseguirá el suyo: arbitrar.



P.D. Podéis ver el programa íntegro aquí.

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