El encuentro entre el Peñaranda y el Huracán Z. acabó en un deplorable espectáculo. Después de pitar el final del encuentro, el colegiado -Óscar Alonso Merino (colegio zamorano)- vio cómo cerca de un centenar de seguidores del conjunto salmantino se avalanzaron sobre él enfurecidos por su actuación. El árbitro había decretado un penalti en el minuto 86 en contra del Peñaranda cuando, segundos antes, no había señalado -según el equipo local- uno claro a su favor. Ese penalti dio lugar al 0-1 definitivo.
De este centenar de aficionados, dos consiguieron agredirle propinándole una patada y dándole empujones en pecho y espalda. El árbitro lo reflejo en el acta de la siguiente forma: "Cuando nos dirigíamos al vestuario, aproximadamente 150 personas se avalanzaron hacia nosotros con intención de agredirnos, consiguiendo dos personas, que no pudieron ser identificadas, propinar una patada en la pierna derecha y fuertes empujones en el pecho y en la espalda del árbitro".
El colegiado precisó: "Las agresiones no causaron lesiones aparentes, pero sí un fuerte dolor en la pierna derecha". El trencilla mostró su agradecimiento por la actitud del Peñaranda: "El delegado de campo, Carlos Marcos Herrero, nos ayudó en todo lo posible".
Fuente: lagacetadesalamanca.es
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