El colegiado tuvo que ser reanimado sobre el terreno de juego por un asistente y trasladado posteriormente al hospital después de recibir un puñetazo de un jugador del Guillén Lafuerza.
El encuentro de Primera Regional que disputaban este domingo el Guillén Lafuerza -último clasificado- y el Real Juvencia -segundo- en el campo municipal Díaz Vega quedó suspendido pocos minutos antes de que correspondiese el final del partido con 0-1 en el marcador a favor del Juvencia. El árbitro recibió un fuerte golpe en la cabeza por parte de un jugador del Guillén Lafuerza. Según testigos presenciales, "fue corriendo, armó el brazo y le golpeó en la cabeza". El colegiado de Nalón, Álvaro González, no se lo esperaba y cayó conmocionado al suelo, teniendo que ser atendido por un juez de línea.
El partido transcurría con normalidad y la agresión se produjo después de que dos jugadores del Guillén Lafuerza viesen la segunda amarilla por protestar una falta. En ese momento, un tercer jugador local, G.I.A.V., se le encaró y le dio un tortazo lateral en la zona del oído. "Le tumbó del golpe, que fue tremendo. Los jugadores decían que se había quedado sin habla", explicó un espectador. El colegiado estuvo unos minutos tendido en el suelo, ayudado por los propios jugadores del Guillén, que se mostraron avergonzados por la actitud de su compañero. El jugador fue identificado y el árbitro fue atendido y posteriormente trasladado a Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para completar el parte de lesiones.
Desde el Guillén Lafuerza lamentan lo sucedido y aseguran que este jugador "causa baja automáticamente en el club. Esto no se puede permitir, es bochornoso", indicó Pablo Iglesias. El vicepresidente del club quiso aprovechar la ocasión para pedir disculpas públicamente y afirmó que "no queremos esta conducta en el Guillén. Estamos trabajando por amor al arte y que hagan esto jode bastante". El jugador que protagonizó la agresión fue identificado por la Policía.
"Seguirá siendo colegiado"
Álvaro González tardará en olvidar la agresión. Todavía prefiere no hablar "ya que se encuentra convaleciente de la agresión", explica el presidente del Comité Técnico de Árbitros a El Comercio. "Emocionalmente está un poco afectado, pero está recibiendo muchos ánimos por diferentes partes y seguro que no se le olvidará", afirma. De todos modos, Santurio tiene claro que el colegiado seguirá ejerciendo: "No tiene ninguna duda, me lo dijo tras el golpe. Yo tampoco lo dudaba".
"De vez en cuando suceden este tipo de hechos lamentables. Yo creo que en Asturias podemos decir que se trata de algo aislado. Siempre estaremos expuestos a que ocurran estas cosas. Lo que necesitamos es que se espacien en el tiempo y que poco a poco lo vayamos desterrando", reflexiona. "La inmensísima mayoría del fútbol asturiano son personas comprometidas que destierran este tipo de actos, pero aisladamente, de vez en cuando, nos encontramos con estas circunstancias", puntualiza Marco Santurio.
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