Algo tan normal para los futbolistas como es protestar al árbitro puede tener consecuencias negativas. Eso fue lo que le ocurrió a Cristiano del Grosso, jugador del Atalanta italiano, en el partido que le enfrentó ante el Nápoles en el estadio 'San Paolo' el pasado miércoles en la 'Coppa Italia'. El defensa del equipo visitante protestó un fuera de juego de espaldas al balón con tan mala suerte que le golpeó en la espalda y le vino en bandeja a Lorenzo Insigne para que empujara el balón a la red.
Del Grosso defendía como lateral zurdo la incorporación por banda de Gonzalo Higuaín, que estaba en claro fuera de juego. El jugador de Atalanta, que vio la posición antirreglamentaria de su adversario, decidió levantar el brazo para recordar al árbitro asistente la situación irregular del delantero argentino. Durante esta protesta, el pase hacia el exjugador del Real Madrid rebotó en la espalda de Del Grosso y sirvió para que Insigne pusiera el 2-1 en el marcador.
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