Un equipo obliga a los padres a guardar silencio

Un equipo amateur de Bélgica pretende que los futbolistas de las categorías inferiores disfruten plenamente de un partido de fútbol. Para ello, el club obliga a jugadores, aficionados y entrenadores que presencien un encuentro en su campo que guarden silencio durante la disputa del mismo. El objetivo es que los más pequeños aprendan a formarse como personas y como deportistas. Los asistentes no deben ni gritar ni insultar, pero sí pueden aplaudir cuando se marca un gol.

Las primeras impresiones no se han hecho de rogar. Los jóvenes deportistas están encantados con la medida que ha tomado su equipo: "La mayoría de las veces nuestros padres nos gritan y usan palabrotas. Hoy ha sido más tranquilo. Nos hemos concentrado mejor", aseguró el jugador Jason Basteiner. Su compañero de equipo Koot Bostoen apuesta por la continuidad de la iniciativa: "Me gusta jugar así porque podemos elegir las jugadas sin que nuestros padres nos critiquen constantemente".

Pero no todo el mundo esta de acuerdo con la medida de guardar silencio. Los padres, que son los grandes damnificados, se muestran contrarios a reprimir sus sentimientos desde la grada. "Que no se nos permita hablar es lamentable", aseguró uno de los aficionados. Los familiares conciben los partidos de fútbol base como una fiesta para los niños, por lo que no entienden el nuevo escenario que genera el silencio absoluto: "Es el mismo ambiente que hay en un funeral", reconoció un familiar de un niño.

Los niños piden silencio


Fuente: Reportaje de 'La 2 Noticias' (desde 19'12'')

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