El árbitro kuwaití del Al-Nasser - Al Arabi perdió los nervios el pasado fin de semana y agredió a varios futbolistas del conjunto local que se abalanzaron sobre el trencilla para recriminarle un penalti que, desde su punto de vista, no debería haber sido sancionado. El colegiado, que recibió varios empujones en las protestas, se tomó la justicia por su mano y propinó un puñetazo violento en el rostro de uno de los jugadores, que lo dejó en el suelo.
Esta fulminante reacción encendió los aires de los futbolistas del equipo local. El árbitro asistente número dos se acercó para calmar los ánimos junto con la colaboración del portero del equipo del agredido, que sostuvo a sus compañeros para que el incidente no fuera a mayores. Pero el árbitro tenía ganas de más y soltó la pierna y propinó una patada a un jugador que se acercó bastante cabreado.
Sin que el ambiente se calmara, el árbitro expulsó a tres jugadores -uno de ellos estaba en el banquillo- por protestar ostensiblemente. Una vez que el juego se reanudó tras el penalti, el árbitro recibió un balonazo de manera intencionada, por lo que se vio obligado a mostrar la cuarta tarjeta roja del partido. Partido que a tenor por las imágenes vistas será el último de su carrera deportiva.
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