El Colegio de Árbitros ourensano sigue en pie de guerra después del sorprendente cese de Antonio Docabo como delegado provincial y ya se ha cargado a la primera víctima. Plácido Díaz ha dimitido como vicepresidente de la Federación Gallega de Fútbol por considerar "inadmisibles" las formas empleadas por el presidente del comité gallego de árbitros, José Antonio Pérez Muiño, al colocar al frente del colegio a José Antonio Presas López.
Plácido Díaz intentó resolver el conflicto arbitral en una negociación con García Liñares antes de presentar su dimisión "por escrito y de manera irrevocable" como vicepresidente y jefe de protocolo de la Federación Gallega de Fútbol (FGF), presidente del comité gallego de fútbol sala y miembro del comité nacional de fútbol sala. Por ello, el exvicepresidente de la FGF llamó a los árbitros a la resistencia: "¡Que aguante que vamos a ganar! Estoy orgullosísimo de los árbitros de Ourense porque son los únicos que han demostrado hombría, solidaridad y saber estar. Y acabarán teniendo premio".
El propio Plácido Díaz cargó contra el responsable de los árbitros. "Me parece impresentable que una persona que lleva 30 años en el colectivo arbitral como Antonio Docabo, dando clases sin cobrar, que hizo gratis los planos del local del colegio gallego, o como Ruiz Castaño, que lleva 38 años, sean echados por un personaje que va a ser la vergüenza del fútbol en el momento en que salgan a la luz pública las grabaciones de la reunión que tuvo con los árbitros de Ourense".
No hay marcha atrás
La Federación Gallega de Fútbol no dará marcha atrás en la decisión del comité autonómico de prescindir de Antonio Docabo, a pesar del levantamiento de un sector de los árbitros de la provincia y de la dimisión del vicepresidente Plácido Díaz.
La contestación que ha encontrado en el colectivo arbitral de Ourense no afectará al fondo aunque quizás sí a las formas, ya que un directivo de la FGF explicará los motivos de los cambios en la presentación oficial. La continuidad de José Antonio Presas López al frente de la delegación es "innegociable".
Desde el organismo federativo respaldan la decisión del presidente del CTA gallego, José Antonio Pérez Muíño, con los estatutos en la mano: los delegados provinciales son cargos de confianza y pueden ser cesados por el superior en cualquier punto del mandato. Con ese punto de partida, en la Federación se remiten a unas reuniones que deberían celebrarse en los próximos días para calmar los ánimos. Dado que este fin de semana se desarrollan unas jornadas técnicas en Ferrol a las que asisten los árbitros ourensanos de Tercera División y Preferente Autonómica, el acto de presentación oficial de Presas López ha tenido que demorarse.
Polémica presentación de Presas López
A continuación, reproduzco literalmente las palabras que utilizó Pérez Muiño en la presentación de Presas López como nuevo delegado de Ourense del Comité Técnico Gallego de Árbitros de Fútbol (vídeo):
"Vengo a comunicaros que, como en otras delegaciones pasó en temporadas anteriores tal como me confieren los Estatutos, yo he decidido personalmente cambiar al responsable del arbitraje en Orense. No os voy a explicar el por qué sí ni el por qué no. Es un tema personal. No voy a responder ninguna pregunta. No hay ni asuntos personales ni de ningún tipo; simplemente cuestiones de funcionamiento. Todo aquel que no esté de acuerdo ya sabe. No hemos venido a buscar a nadie a su casa ni tampoco retenemos a nadie. El que no esté de acuerdo con estas circunstancias que no se colegie o que no siga arbitrando. No hay ningún problema. Arbitra quien quiere".
Para terminar, Pérez Muiño lanzó una amenaza a los árbitros que se sublevaron por el cese de Antonio Docabo: "Hay que saber a quién se le echa un pulso y qué posibilidades se tienen de ganar ese pulso... o enfadarlo".
Los árbitros ourensanos se subleban
Los árbitros orensanos de Primera, Segunda y Tercera Autonómica y fútbol base aunaron sus fuerzas para luchar contra las formas "dictatoriales" del relevo y emitieron un comunicado en el que explicaban que se negaban a colegiarse y, por lo tanto, a arbitrar durante la presente temporada. El escrito oficial, que lo firmaron casi 90 árbitros de dichas categorías, pedía una reunión con José García para plantearle las inquietudes del colectivo.
Por su parte, los árbitros rebeldes, los principales damnificados de este entuerto, mantienen la postura que refrendaron en el comunicado, pero esperan una respuesta que no saben cuándo llegará: "Estas discrepancias deberían solucionarse en un plazo máximo de dos semanas, pero nosotros no vamos a modificar nuestra postura. Algunos árbitros tendríamos que abandonar el arbitraje por culpa de este señor. Pero no tenemos miedo a las posibles represalias que puedan tener contra nosotros. Vamos a ejercer nuestros derechos hasta las últimas consecuencias", aseguraron los representantes de los árbitros orensanos a El Árbitro de Fútbol.
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Protesta conjunta de los árbitros orensanos |
Fuente: El Faro de Vigo
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