Mario Balotelli, jugador del Milan, no se cansa de dar que hablar y el pasado fin de semana no pudo ser la excepción. El siempre polémico delantero italiano marcó el gol del triunfo del conjunto milanista sobre el Torino a cinco minutos del final. Su celebración fue tan efusiva que se quitó la camiseta, por lo que iba a ser amonestado. Hasta aquí todo normal, de no ser que la persona que le mostró la tarjeta amarilla no fue el árbitro, sino su propio compañero: Muntari.
El mediocentro ghanés robó la cartulina de la mano del colegiado para mostrársela a Mario Balotelli. El trencilla -Antonio Damato- se tomó este hecho con mucho humor. De hecho, primero le hace un gesto de que está loco, después sonríe y, finalmente, le dice que el encargado de ejecutar las decisiones era él. Eso sí; cuando recuperó su tarjeta amonestó oficialmente al delantero italiano.
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